Análisis crítico sobre "El Morad"

 ¡Hola!

En la entrada de esta semana, he decidido analizar los mensajes transmitidos en la entrevista de Jordi Évole a El Morad, ya que realmente la considero interesante desde un punto de vista de la educación social. A pesar de ello, he de decir que sigo a este artista, y que, comprendo y comparto muchos de sus manifiestos en sus canciones. 

Dejando los gustos a parte, es de gran importancia valorar su esfuerzo y trabajo como artista, y sobre todo, cómo se lanzó a este complicado mundo de la música. 

Jordi Évole se traslada a L´Hospitalet de Llobregat para entrevistar a Morad. Este joven inmigrante de segunda generación con no más de 25 años pudo salir adelante y combatir sus problemas a través de la música, la única que no entiende de fronteras. 

Aunque os seguiréis preguntando, ¿por qué es de interés su historia de vida? Pues bien, cuando nació Morad, vivía con su familia extensa originaria de Marruecos. Cuando creció, tuvo varios cambios de colegio por su reiterado comportamiento disruptivo y nunca llegó a adaptarse, aunque él afirma que algunos profesores le proporcionaron ayuda, pero al parecer no la necesaria, pues podría ser debido a la falta de una figura tan importante como la de un educador social/a. En una de esas escuelas sufrió racismo directo, el concepto que todavía no terminamos de extinguir. 

Enfatizo una de sus famosas frases, "éramos pobres, pero no pobrecitos", que transmite en la entrevista y que canta en sus canciones. Lo que demuestra que se esforzaba en sacar a su familia adelante. 

Sin embargo, a los 12 años le retiran la custodia a su madre, un hecho que un niño de 12 años como Morad nunca entendió. Afirma que le hicieron sentir que su madre no le quería, lo que evidentemente no era así. Tan solo era un niño de 12 años, un niño que necesitaba ayuda profesional. Su madre siempre valoró, alabó y apoyó a su hijo. 

Con esto, nos damos cuenta que la cuestión no está en aislar a un niño de 12 años sino en explicarle qué es lo que está bien, la cuestión está en la educación. Ya que todo ello puede desencadenar consecuencias más graves, como es el caso de Morad, un niño que acabó delinquiendo y con problemas con la justicia. 

A los 18 años Morad pudo volver a casa, pero a priori sin esperanza y nula adolescencia. Me gustaría destacar el arrepentimiento y responsabilidad que muestra ante sus pasados actos, la forma en la que es capaz de expresarse, pues no todo el mundo podría relatar abiertamente todos estos hechos, y cómo defiende sus ideales y valores. 

Por último, siendo realistas, he de decir y concienciar que estos casos con final feliz no les tocan a todas esas personas en situaciones de exclusión social. Este chaval, pudo gozar de la ilusión de ser artista en la vida real, pero lo frecuente no es contar con un apoyo como el de estar en tendencias España. 

Debemos concienciar las mentes, abrir barreras y no cerrar puertas a estas personas que sufren problemas de integración, de discriminación, de pobreza...Para que, podamos prevenir la situación de  futuros niños. 

Y a ti, ¿te ha ayudado a reflexionar sobre tu comportamiento en la sociedad?

Espero te sirva, disfrutes y reflexiones.